Presencia

Dios está conmigo, pero más aún, Dios está dentro de mí.
Permítanme detenerme un momento en la presencia vivificante de Dios
en mi cuerpo, en mi mente, en mi corazón,
mientras estoy aquí, ahora mismo.

Libertad

Guíame siempre para hacer tu santa voluntad
sabiendo que tu fuerza
a través me llevará.

Conciencia

¿Dónde percibo esperanza, ánimo y áreas de crecimiento en mi vida? Echando la vista atrás a los últimos meses, quizá pueda ver qué actividades y ocasiones han dado frutos enriquecedores. Si observo esos entornos, decidiré dedicarles tiempo y espacio en el futuro.

La Palabra de Dios

²⁷Al irse Jesús de allí, dos ciegos le siguieron, gritando y diciendo: ¡Hijo de David, ten misericordia de nosotros! ²⁸Y después de haber entrado en la casa, se acercaron a Él los ciegos, y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos le respondieron: Sí, Señor. ²⁹Entonces les tocó los ojos, diciendo: Hágase en vosotros según vuestra fe. ³⁰Y se les abrieron los ojos. Y Jesús les advirtió rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa. ³¹Pero ellos, en cuanto salieron, divulgaron su fama por toda aquella tierra.

Inspiración

Mientras los dos ciegos siguen suplicando a Jesús, éste parece ignorarlos. Aun así, les concede su petición. Toda oración que hacemos es escuchada por Dios, pero, por nuestro bien, a menudo retrasa su respuesta a nuestras peticiones. Perseverando en la oración, nuestra fe se fortalece. Rezamos por esta gracia.

Jesús, nos dijiste que pidiéramos por todas nuestras necesidades. Que confiemos en tu amor inmutable por nosotros. Tú siempre sabes lo que es mejor para nosotros.

Conversación

¿Cómo me ha conmovido la Palabra de Dios?
¿Me ha dejado frío?
¿Me ha consolado o me ha movido a actuar de una manera nueva?
Imagino a Jesús de pie o sentado a mi lado,
Me volteo y comparto mis sentimientos con él.

Conclusión

Doy gracias a Dios por estos pocos momentos que hemos pasado juntos a solas y por cualquier detalle que se me haya dado sobre el texto.

Amén