Presencia

Dios está conmigo, pero más aún, Dios está dentro de mí.
Permítanme detenerme un momento en la presencia vivificante de Dios
en mi cuerpo, en mi mente, en mi corazón,
mientras estoy aquí, ahora mismo.

Libertad

Señor, te ruego por tu don de la libertad.
Que tu Espíritu Santo
guie a los gobernantes para que trabajen
equitativamente para todo tu pueblo.

Conciencia

Estoy rodeado de tu presencia amorosa, Señor,
Pero soy consciente de mi fragilidad y debilidad.
Gracias porque puedo afrontar mis defectos
En tu abrazo misericordioso.

La Palabra de Dios

¹⁹Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron sacerdotes y levitas de Jerusalén a preguntarle: ¿Quién eres tú?²⁰Y él confesó y no negó; confesó: Yo no soy el Cristo.^{, 21}Y le preguntaron: ¿Entonces, qué? ¿Eres Elías? Y él dijo: No soy. ¿Eres el profeta? Y respondió: No. ²² Entonces le dijeron: ¿Quién eres?, para que podamos dar respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo? ²³Él dijo:

Yo soy la voz del que clama en el desierto: «Enderezad el camino del Señor»,

como dijo el profeta Isaías.

²⁴Los que habían sido enviados eran de los fariseos.²⁵Y le preguntaron, y le dijeron: Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta? ²⁶ Juan les respondió, diciendo: Yo bautizo en agua, pero entre vosotros está Uno a quien no conocéis. ²⁷Él es el que viene después de mí, a quien yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia. ²⁸Estas cosas sucedieron en Betania, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando.

Inspiración

Juan el Bautista siempre decía la verdad sin miedo a todo el que quisiera escucharle, pues llamaba a la gente a arrepentirse y a apartarse del pecado para que pudieran estar abiertos a la venida del Mesías. Reprendió al rey Herodes por casarse ilegalmente con la mujer de su hermano, y fue asesinado por ello. Todos estamos llamados a una vida de fidelidad a la verdad.

El ministerio de Juan tuvo lugar cerca de Betania, que fue un lugar que a nuestro Señor, más adelante, le gustaba visitar, pues allí vivían sus amigas Marta y María y su hermano Lázaro. Jesús nos ha pedido que hagamos nuestro hogar en él, como él hace su hogar en nosotros (Juan 14:23). Rezamos para que nos conceda la gracia de acogerle en nuestros corazones.

Conversación

¿Cómo me ha conmovido la Palabra de Dios?
¿Me ha dejado frío?
¿Me ha consolado o me ha movido a actuar de una manera nueva?
Imagino a Jesús de pie o sentado a mi lado,
Volteo y comparto mis sentimientos con él.

Conclusión

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
Como era en un principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Amén