Presencia

Lo que está presente para mí es lo que tiene control en mi devenir.
Reflexiono sobre la Presencia de Dios siempre ahí en el amor,
en medio de las muchas cosas que me atan.
Hago una pausa y rezo para dejar que Dios
influya en mi devenir en este preciso momento.

Libertad

Señor Dios, te doy gracias por el don de la libertad.
Ayúdame a usar este don con integridad.
Soy libre de tomar decisiones.
Ayúdame a elegir seguirte,
a vivir cristianamente preocupándome por los demás.
Recuérdame que tenga siempre en cuenta a aquellos menos afortunados que yo:
los oprimidos, los presos, los que no son libres de rendir culto en público.
Guíame siempre a buscar tu santa voluntad en todos los acontecimientos de mi vida.

Conciencia

¿Cómo me siento realmente? ¿Alegre? ¿Pesado de corazón?
Puedo estar muy en paz, feliz de estar aquí.
También puedo sentirme frustrado, preocupado o enfadado.
Reconozco cómo estoy en realidad. Es al verdadero yo a quien ama el Señor.

La Palabra de Dios

²⁶Decía también: El reino de Dios es como un hombre que echa semilla en la tierra, ²⁷y se acuesta y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece; cómo, él no lo sabe. ²⁸La tierra produce fruto por sí misma; primero la hoja, luego la espiga, y después el grano maduro en la espiga. ²⁹Y cuando el fruto lo permite, él enseguida mete la hoz, porque ha llegado el tiempo de la siega.

³⁰También decía: ¿A qué compararemos el reino de Dios, o con qué parábola lo describiremos? ³¹Es como un grano de mostaza, el cual, cuando se siembra en la tierra, aunque es más pequeño que todas las semillas que hay en la tierra, ³²sin embargo, cuando es sembrado, crece y llega a ser más grande que todas las hortalizas y echa grandes ramas, tanto que las aves del cielo pueden anidar bajo su sombra.

³³Con muchas parábolas como estas les hablaba la palabra, según podían oírla; ³⁴y sin parábolas no les hablaba, sino que lo explicaba todo en privado a sus propios discípulos.

Inspiración

Un agricultor siembra pequeñas semillas en la tierra y las deja crecer silenciosamente a su propio ritmo. En Juan 5, Jesús nos ha dicho que tanto él como su Padre están trabajando en nosotros. A menudo, sólo cuando miramos hacia atrás en nuestras vidas vemos el fruto de su silencioso obrar en nosotros. Le damos gracias y nos confiamos cada vez más a su amoroso cuidado.

En sus parábolas sobre el Reino, Jesús utiliza a menudo imágenes de la naturaleza en desarrollo. Para nuestro Dios el tamaño no parece importar. A menudo utiliza las cosas pequeñas y minúsculas para lograr grandes cosas. Nuestra fe, aunque sea diminuta, puede crecer si la utilizamos con frecuencia en la oración.

Conversación

Para comunicarnos, no siempre hace falta hablar.
¿Puedo imaginarme sentado tranquilamente con Jesús?
Yo, mirándole en silencio y Él a mí.
¿Cómo me siento?

Conclusión

Doy gracias a Dios por estos pocos momentos que hemos pasado juntos a solas y por cualquier detalle que se me haya dado sobre el texto.

Amén