Presencia

Cada momento está vivo con la gloriosa presencia de Dios. A medida que me entrego más y más a la comunión íntima con Aquel que me creó, descubro que sencillamente no tengo tiempo para preocuparme.

Libertad

Trato de olvidarme de las preocupaciones
que puedan estar arrastrándome en este momento.
Pongo cualquier preocupación que tenga en manos de Dios
– al menos durante estos minutos de oración.

Conciencia

Consciente de tu presencia, Señor,
Repaso mi pasado reciente.
Permítanme ser honesto conmigo mismo sobre cómo he sido
Y lo que he hecho,
Porque sé que amas la verdad en el corazón
Y me aceptas tal como soy.

La Palabra de Dios

³⁴Y llamando a la multitud y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame. ³⁵ Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. ³⁶Pues, ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma? ³⁷Pues ¿qué dará un hombre a cambio de su alma? ³⁸ Porque cualquiera que se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre también se avergonzará de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.

¹Y les decía: En verdad os digo que hay algunos de los que están aquí que no probarán la muerte hasta que vean el reino de Dios después de que haya venido con poder.

Inspiración

Un discípulo no puede estar por encima de su Maestro. Cristo es siempre el guía para nosotros sobre cómo vivir nuestras vidas. Así como él tomó su cruz y aceptó todo lo que la vida le echó encima, así debemos hacerlo nosotros. Siempre es necesario que practiquemos cierta abnegación si queremos que muera el falso yo que hay en nosotros. De este modo, con su gracia actuando en nosotros, salvamos nuestra verdadera vida. Vivimos para morir y morimos para vivir. Ésta es la verdadera vida, tanto ahora como para la eternidad." El que pierda su vida por mí, la encontrará" ( Mt 10,39).

Al recordarle esta pregunta: "¿De qué le sirve a una persona ganar el mundo entero y perder su alma?", San Ignacio de Loyola inspiró a San Francisco Javier para que entregara su vida por completo a Cristo como misionero en el Lejano Oriente.

Conversación

¿Qué gracias quiere concederme Dios en este tiempo de oración? Si escucho en mi interior, en la quietud de mi corazón, ¿qué me está diciendo allí el Señor?

Conclusión

Lleno de la presencia amorosa de Dios,
Le pido que me bendiga y guíe mis pasos
Mientras voy a hacer Su trabajo en mi vida diaria.

Amén