Presencia

Querido Jesús, hoy vengo a Ti, anhelando Tu presencia. Deseo amarte como Tú me amas. Que nunca nada me separe de Ti.

Libertad

Señor, te pido la gracia de saber
que hacer Tu voluntad es una alegría
porque Tu voluntad es mi deseo más profundo
y Tú siempre estás dispuesto a lo que es mejor para mí.

Conciencia

Todos necesitamos tomarnos un tiempo libre de nuestras tareas diarias.
Sabemos que nuestros cuerpos necesitan un descanso.
Cuando venimos a tu presencia, Señor,
nuestros corazones y mentes se refrescan, nuestros espíritus se levantan.

La Palabra de Dios

²⁶Y al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, ²⁷a una virgen desposada con un hombre que se llamaba José, de los descendientes de David; y el nombre de la virgen era María. ²⁸Y entrando el ángel, le dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor está contigo; bendita eres tú entre las mujeres.^{, 29}Pero ella se turbó mucho por estas palabras, y se preguntaba qué clase de saludo sería este. ³⁰Y el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios. ³¹ Y he aquí, concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. ³²Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de su padre David; ³³ y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. ³⁴Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto, puesto que soy virgen? ³⁵Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo Niño que nacerá será llamado Hijo de Dios. ³⁶Y he aquí, tu parienta Elisabet en su vejez también ha concebido un hijo; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril. ³⁷Porque ninguna cosa será imposible para Dios. ³⁸Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.

Inspiración

María no comprendía todo lo que se le pedía, y Lucas nos dice que reflexionó sobre muchas cosas mientras se desarrollaban a su alrededor. Su "sí" al mensaje de Dios fue una aceptación total en la fe de lo que viniera en su vida. Nuestra propia fe y confianza en Dios tiene que ser así. Nunca en esta vida llegaremos a comprender la razón de todo lo que nos ocurre. Nuestro "sí" a Dios es un compromiso de mente y corazón con Dios. Recemos para renovar nuestro propio compromiso y para vivirlo.

Conversación

Querido Señor, permanece siempre a mi lado.
Gáname un corazón confiado.
Gracias por amarme.

Conclusión

Doy gracias a Dios por estos pocos momentos que hemos pasado juntos a solas y por cualquier detalle que se me haya dado sobre el texto.

Amén