Viernes 2 Mayo
Presencia
«Estoy a la puerta y llamo», dice el Señor. (Apocalipsis 3:20). Qué maravilloso privilegio que el Señor de toda la creación desee venir a mí. Doy la bienvenida a Su presencia.
Libertad
Señor, me diste la vida y el don de la libertad.
Por Tu Amor existo en este mundo.
Que nunca dé por sentado el don de la vida.
Que siempre respete el derecho a la vida de los demás.
Conciencia
Señor, traigo a mi memoria a todos los que han pedido mis oraciones, y los pongo a tus pies, junto con todas mis propias necesidades y cargas.
La Palabra de Dios
Juan 6:1-15 LBLA1Después de esto, Jesús se fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias. 2Y le seguía una gran multitud, pues veían las señales que realizaba en los enfermos. 3Jesús subió al monte y se sentó allí con sus discípulos. 4Y estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. 5Entonces Jesús, alzando los ojos y viendo que una gran multitud venía hacia Él, dijo a Felipe: ¿Dónde compraremos pan para que coman estos? 6 Pero decía esto para probarlo, porque Él sabía lo que iba a hacer. 7Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no les bastarán para que cada uno reciba un pedazo. 8Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, dijo a Jesús: 9Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados; pero ¿qué es esto para tantos? 10Jesús dijo: Haced que la gente se recueste. Y había mucha hierba en aquel lugar. Así que los hombres se recostaron, en número de unos cinco mil. 11Entonces Jesús tomó los panes, y habiendo dado gracias, los repartió a los que estaban recostados; y lo mismo hizo con los pescados, dándoles todo lo que querían. 12 Cuando se saciaron, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobran, para que no se pierda nada.13Los recogieron, pues, y llenaron doce cestas con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. 14La gente entonces, al ver la señal que Jesús había hecho, decía: Verdaderamente este es el Profeta que había de venir al mundo.
15Por lo que Jesús, dándose cuenta de que iban a venir y llevárselo por la fuerza para hacerle rey, se retiró otra vez al monte Él solo.
Inspiración
Cuando Jesús se dio cuenta de que iban a venir a llevárselo por la fuerza para hacerle rey, se retiró de nuevo al monte, solo.
En este milagro de la alimentación de los cinco mil por la multiplicación de los panes y los peces, Jesús prefigura el milagro mucho mayor de la alimentación de las multitudes con su propio cuerpo y sangre a lo largo de los siglos. Fue Jesús quien, al ver a la multitud, preguntó cómo alimentar a toda aquella gente. Dios sabe que tenemos necesidad de alimento tanto para el cuerpo como para el alma. Recemos para confiar más en Él para que cuide de nosotros.
Nuestro Dios es un Dios generoso. Durante miles de años, nuestros mares, sin ninguna aportación por nuestra parte, han proporcionado alimento a miles de millones de criaturas, incluidos nosotros mismos. Jesús nos dice que hasta los cabellos de nuestra cabeza están contados. Damos gracias por el cuidado providencial que Dios tiene de nosotros.
Conversación
«Le miraba y le quería». (Marcos 10:21). ¿Puedo permitirme sentarme ante la mirada amorosa de Jesús, que me ama en todo momento y lugar, en toda circunstancia? Dios siempre me mira con amor incondicional.
Conclusión
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio,
es ahora y será siempre,
mundo sin fin. Amén.
Amén
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