Presencia

Me recuerdo a mí mismo, mientras estoy sentado aqui, ahora,
Dios me mira con amor y me sostiene en el ser.
Me detengo un momento y pienso en esto.

Libertad

Necesito cerrar el paso al ruido, elevarme por encima del ruido:
el ruido que interrumpe, que separa,
el ruido que aísla.
Necesito volver a escuchar a Dios, en quietud y en silencio.

Conciencia

Ayúdame, Señor, a ser más consciente de Tu presencia.
Enséñame a reconocer Tu presencia en los demás.
Llena mi corazón de gratitud por las veces que Tu Amor se me ha mostrado a través del cuidado de los demás.

La Palabra de Dios

³⁰ Le dijeron entonces: ¿Qué, pues, haces tú como señal para que veamos y te creamos? ¿Qué obra haces? ³¹Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: «Les dio a comer pan del cielo». ³²Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: no es Moisés el que os ha dado el pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. ³³ Porque el pan de Dios es el que baja del cielo, y da vida al mundo. ³⁴ Entonces le dijeron: Señor, danos siempre este pan.

³⁵ Jesús les dijo: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed.

Inspiración

Dios alimentó a su pueblo en el desierto durante cuarenta años con el maná, pero todo ese pueblo está muerto. Aunque nuestros cuerpos morirán, el pan que Jesús nos da es él mismo, y este pan nos conducirá a la vida eterna, pues es el alimento de nuestras almas. Dios Padre sigue alimentando a su pueblo mientras recorremos nuestro camino peregrino dándonos a su Hijo.

En sus Ejercicios Espirituales, San Ignacio nos aconseja continuamente que "meditemos con profundo afecto, cómo quiere el Señor Dios nuestro darse a mí".

Conversación

Querido Señor, permanece siempre a mi lado.
Gáname un corazón confiado.
Gracias por amarme.

Conclusión

Doy gracias a Dios por estos pocos momentos que hemos pasado juntos a solas y por cualquier detalle que se me haya dado sobre el texto.

Amén