Cuando llego a Tu presencia, oh Señor, sé que estoy en presencia de mi Creador. Tú me creaste por amor. Incluso conoces el número de cabellos de mi cabeza. Tu presencia, oh Señor, es el mayor regalo de todos.
Libertad
Señor, concédeme la gracia de liberarme de los excesos de esta vida. No dejes que me atrape el deseo de riqueza. Mantén mi corazón y mi mente libres para amarte y servirte.
Conciencia
Padre Celestial, que pueda crecer en virtud al dedicar tiempo de mi día a escucharte y pasar tiempo contigo. Que Tu bondad rebose en mi vida, y de mi vida en las vidas de todos aquellos con los que me encuentre.
La Palabra de Dios
Juan 10:27-30 LBLA
27Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen; 28y yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de mi mano. 29 Mi Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre. 30 Yo y el Padre somos uno.
Inspiración
Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, la imagen y el tema de Dios como pastor son muy comunes. La relación entre nosotros y Jesús, nuestro Pastor, es muy estrecha. Él nunca nos abandonará y nos conducirá a la vida eterna. Pasemos ahora algún tiempo en su compañía, y pidámosle una confianza plena en Él.
Conversación
Señor, ayúdame a silenciarme y a calmarme lo suficiente como para escuchar Tu voz apacible y pequeña. Ayúdame a confiar en lo que oigo. Tu Palabra trae consuelo, consolación y aliento. Todo lo demás lo dejo de lado.
Conclusión
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, es ahora y será siempre, mundo sin fin. Amén.