Presencia

Me calmo por un momento e intento darme cuenta de que Dios está presente,
Para mí, aquí y ahora. Está presente en lo que hago,
en las personas que conozco y en las situaciones en las que me encuentro a diario.
Me hago presente a Aquel que siempre está presente para mí.

Libertad

«Déjame aquí libremente solo, en la celda donde nunca brilló la luz del sol. Si nunca nadie me habla, este silencio dorado me hace libre». Parte de un poema escrito por un prisionero del campo de concentración de Dachau.

Conciencia

Consciente de Tu presencia, Señor,
repaso mi pasado reciente.
Permíteme ser sincero conmigo mismo sobre cómo he sido
y lo que he hecho,
porque sé que Tú amas la verdad en el corazón
y me aceptas tal como soy.

La Palabra de Dios

¹En estas circunstancias, cuando una multitud de miles y miles se había reunido, tanto que se atropellaban unos a otros, Jesús comenzó a decir primeramente a sus discípulos: Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. ²Y nada hay encubierto que no haya de ser revelado, ni oculto que no haya de saberse. ³Por lo cual, todo lo que habéis dicho en la oscuridad se oirá a la luz, y lo que habéis susurrado en las habitaciones interiores, será proclamado desde las azoteas.

⁴Y yo os digo, amigos míos: no temáis a los que matan el cuerpo, y después de esto no tienen nada más que puedan hacer. ⁵Pero yo os mostraré a quién debéis temer: temed al que, después de matar, tiene poder para arrojar al infierno; sí, os digo: a este, ¡temed! ⁶¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Y sin embargo, ni uno de ellos está olvidado ante Dios. ⁷Es más, aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; vosotros valéis más que muchos pajarillos.

Inspiración

Una vez más, Jesús nos llama a no tener miedo por nuestro Dios, que nos ama y nos tiene en sus manos a cada instante. Quienes persiguen a otros por sus creencias nunca podrán quitarnos la libertad de elegir, aunque maten el cuerpo. Todo ser humano es precioso a los ojos de Dios, incluidos los que nos injurian o difieren de nosotros en religión. Sólo Dios ve el corazón y sólo Dios puede juzgar correctamente. Recemos para ver a las personas como Dios las ve, y por la tolerancia en nuestro mundo roto.

Conversación

El don de la palabra es un don maravilloso.
Que use este don con bondad.
Que sea lento en pronunciar palabras ásperas,
palabras hirientes, y palabras dichas con ira.

Conclusión

Doy gracias a Dios por estos pocos momentos que hemos pasado juntos a solas y por cualquier detalle que se me haya dado sobre el texto.

Amén