Presencia

Que mi corazón se regocije y se alegre
en este tiempo de oración.
Recuérdame a menudo las grandes
bendiciones que me has concedido, oh Dios mío.

Libertad

Señor, guíame siempre
para hacer Tu santa voluntad,
sabiendo que Tu fuerza
me llevará adelante.

Conciencia

Mi alma anhela Tu presencia, Señor. Cuando dirijo mis pensamientos hacia Ti, encuentro paz y satisfacción.

La Palabra de Dios

¹⁶Fueron a toda prisa, y hallaron a María y a José, y al Niño acostado en el pesebre. ¹⁷ Y cuando lo vieron, dieron a saber lo que se les había dicho acerca de este Niño. ¹⁸Y todos los que lo oyeron se maravillaron de las cosas que les fueron dichas por los pastores.¹⁹Pero María atesoraba todas estas cosas, reflexionando sobre ellas en su corazón. ²⁰Y los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal como se les había dicho.

²¹ Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, le pusieron por nombre Jesús, el nombre dado por el ángel antes de que Él fuera concebido en el seno materno.

Inspiración

Hoy, los pastores hacen acto de presencia ante nosotros. Son gente sencilla, bien acostumbrada a la montaña, y saben cuidar tanto de sí mismos como de sus ovejas. De algún modo, su vida sencilla parece haberles ayudado a ser como un libro abierto ante Dios. Encuentran donde descansa y se sienten a gusto con sus padres, gente sencilla, como ellos. María escucha todo lo que tienen que decirle y reflexiona sobre lo que oye durante largo tiempo. Intentamos imitar su ejemplo.

Conversación

¿Qué gracias quiere concederme Dios en este tiempo de oración? Si escucho en mi interior, en la quietud de mi corazón, ¿qué me está diciendo allí el Señor?

Conclusión

Doy gracias a Dios por Su don de amor
mientras avanzo con alegría y esperanza
para servir a Su pueblo.

Amén