Lunes de la primera semana de Adviento: La espera activa
Presencia
Cuando comienzo esta oración, Dios está presente, con aliento de vida en mí y en todo lo que me rodea. Durante unos instantes, permanezco en silencio y tomo conciencia de la presencia amorosa de Dios.
Escritura
Romanos 8:19-23 LBLA
Porque el anhelo profundo de la creación es aguardar ansiosamente la revelación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sometida a vanidad, no de su propia voluntad, sino por causa de aquel que la sometió, en la esperanza de que la creación misma será también liberada de la esclavitud de la corrupción a la libertad de la gloria de los hijos de Dios. Pues sabemos que la creación entera a una gime y sufre dolores de parto hasta ahora. Y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, aun nosotros mismos gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo.
Reflexión
Las primeras páginas del Evangelio de Lucas están llenas de personas que esperan: María, Isabel y Zacarías, Simeón y Ana.
Henri Nouwen, sacerdote católico holandés, maestro espiritual, profesor, escritor y teólogo, creía firmemente en la espera como práctica espiritual. El diferencía entre espera activa y pasiva. Para la mayoría de nosotros, la segunda es el caso. Nos resignamos al hecho de que no podemos acelerar el proceso de espera. Zacarías, Ana y los demás, sin embargo, experimentan una forma diferente de espera. En su libro, Encontrar mi camino a casa, Nouwen describe la diferencia:
«Zacarías, María e Isabel vivían con una promesa que les nutría, que les alimentaba y que les hacía capaces de permanecer donde estaban. Y de este modo, la promesa misma podía crecer en ellos y para ellos… Saben que lo que están esperando está creciendo desde el suelo que pisan… que la semilla se ha plantado, que algo ha comenzado… Esperar activamente significa estar plenamente presente en el momento, con la convicción de que algo está ocurriendo donde estás y de que quieres estar presente en ello. Una persona que espera es alguien que está presente en el momento, que cree que este momento es el momento».
San Pablo, en su carta a los Romanos, utiliza la imagen del parto para describir la llegada de la gloria futura. ¡La espera en el embarazo no tiene nada de pasiva! Traer una nueva vida al mundo está lleno de activa espera y preparación, no sólo para la madre, sino para todos los que la rodean.
Oración
Señor, permíteme que este tiempo de espera del Adviento sea transformador. Ayúdame a comprometerme a entrar cada día en la profundidad y el silencio de mi propia alma y a encontrarte allí, teniendo presentes las palabras del místico medieval dominico Meister Eckhart: «Dios está con nosotros en lo más íntimo de nuestra alma, siempre que nos encuentre allí y no deambulando con nuestros cinco sentidos. El alma debe quedarse en casa, en su yo más íntimo y puro; estar siempre dentro y no salir volando: allí Dios está presente, Dios está cerca.»
Amén
Gloria a ti, Padre, fuente de todo ser,
a ti, Jesús, Verbo hecho carne,
a ti Espíritu Santo, Consolador,
como era antes de que comenzara el tiempo,
es ahora y será en el futuro.
Amén.