Domingo de la primera semana de Adviento: Comienza el viaje
Presencia
Me detengo un momento, consciente de que Dios está aquí.
Pienso en cómo está todo lo que me rodea,
el aire que respiro, todo mi cuerpo,
hormiguea la presencia de Dios.
Escritura
Jeremías 33:14-16 LBLA
«He aquí, vienen días» —declara el Señor— «en que cumpliré la buena palabra que he hablado a la casa de Israel y a la casa de Judá. En aquellos días y en aquel tiempo haré brotar de David un Renuevo justo, y Él hará juicio y justicia en la tierra. En aquellos días estará a salvo Judá, y Jerusalén morará segura, y este es el nombre con el cual será llamada: el Señor, justicia nuestra».
Reflexión
En estos tiempos tan problemáticos, es difícil imaginar un mundo en el que podamos «vivir con seguridad». Podemos sentirnos paralizados por la inercia al observar los horrores de la guerra, el incendio de nuestro planeta y un nihilismo que a veces lo abarca todo. Puede parecer un momento poco propicio para iniciar un viaje hacia lo desconocido. Sin embargo, eso es exactamente lo que pensamos hacer, y no tenemos por qué hacerlo solos.
«La Noche Oscura del Alma», fue escrita por el gran místico español del siglo XVI, San Juan de la Cruz. Su libro es tan relevante hoy como lo era hace cuatro siglos y medio. A pesar del sombrío título, John ofrecía una inmensa tranquilidad a los lectores del siglo XXI. Insiste en que cuando estamos más temerosos, más apáticos, más desganados, no debemos desesperar. Por el contrario, debemos considerar este terrible estado como una gran felicidad, «ya que Dios te está liberando de ti mismo y te está quitando el asunto en cuestión de las manos. Pues con esas manos, por muy bien que te sirvan, nunca podrías progresar de forma tan eficaz, tan perfecta y tan segura como ahora, cuando Dios te toma de la mano y te guía en la oscuridad, como si fueras ciego, por un camino hacia un destino que desconoces.»
Oración
Señor, dame el valor de poner mi camino de Adviento enteramente en tus manos y dejarme guiar por tus impulsos. Ayúdame a barrer todas las imágenes y pensamientos sobre ti para encontrarme contigo entre las tinieblas y oscuridad de la fe pura.
Amén
Gloria a ti, Padre, fuente de todo ser,
a ti, Jesús, Verbo hecho carne,
a ti Espíritu Santo, Consolador,
como era antes de que comenzara el tiempo,
es ahora y será en el futuro.
Amén.