Jueves de la segunda semana de Adviento: El Señor espera que hablemos
Nature
Heartsong from Inner Music
By Madeleine Doherty (CD1 track 2)
Instrumental harp music based on Madeline's meditations. www.madeleinedoherty.ie
Shen Khar Venakhi from Crux Vocal Ensemble
By Crux Vocal Ensemble
Crux is a gathering of voices on the Atlantic fringe of Europe in the historic city of Dublin. www.cruxvocalensemble.com
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Jueves de la segunda semana de Adviento: El Señor espera que hablemos
Cuanto más invocamos al Señor, más podemos sentir Su presencia. Día tras día, Él nos acerca a Su corazón amoroso.
Lucas 11: 9-10 LBLA
Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
CS Lewis fue un escritor, literato y teólogo laico anglicano británico. En uno de sus libros más conocidos, «Las crónicas de Narnia», Lewis crea una historia alegórica de Cristo, que en los libros está representado por un león, Aslan. En el siguiente fragmento abreviado, se nos recuerda que Cristo no se nos impone, sino que espera a que se le pida. En «El caballo y su chico», el quinto libro de las Crónicas de Narnia, el chico de la historia, Shasta, está perdido en la oscuridad y de repente se da cuenta de que no está solo: hay algo o alguien que camina a su lado:
Y la Cosa (o Persona) iba tan silenciosamente que apenas oía pisada alguna… Así que siguió caminando y el compañero invisible caminaba y respiraba a su lado. Por fin, no pudo soportarlo más… «¿Quién eres?», dijo, apenas por encima de un susurro. Uno que ha esperado mucho tiempo a que hablaras», dijo la Cosa. Su voz no era alta, pero sí muy grande y profunda…
Se volvió y vio, paseando a su lado, más alto que un caballo, a un León. El caballo no parecía tenerle miedo, o bien no podía verlo. Fue del león de donde vino la luz. Nunca nadie vio nada más terrible ni más hermoso.
Señor, no te impongas a mí. La lectura de la Escritura de hoy lo deja muy claro. No vendrás a mí sin invitación. Dame el valor de pedir, de buscar y de llamar, con la confianza de que, al pedir, recibiré, al buscar, encontraré y, al llamar, se me abrirá la puerta.
Gloria a ti, Padre, fuente de todo ser,
a ti, Jesús, Verbo hecho carne,
a ti Espíritu Santo, Consolador,
como era antes de que comenzara el tiempo,
es ahora y será en el futuro.
Amén.