Jueves de la tercera semana de Adviento
Oración inicial
Tomo conciencia de mi respiración. Que pueda atraer la presencia de tu amor mientras inhalo y exhalo, llenándome de paz. Al inhalar y exhalar, lo hago con una actitud de gratitud por este soplo de vida.
Escritura
Mateo 1:18-24
18 Y el nacimiento de Jesucristo fue como sigue. Estando su madre María desposada con José, antes de que se consumara el matrimonio, se halló que había concebido por obra del Espíritu Santo. 19 Y José su marido, siendo un hombre justo y no queriendo difamarla, quiso abandonarla en secreto. 20 Pero mientras pensaba en esto, he aquí que se le apareció en sueños un ángel del Señor, diciendo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque el Niño que se ha engendrado en ella es del Espíritu Santo. 21 Y dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados. 22 Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había hablado por medio del profeta, diciendo:
23 He aquí, la virgen concebirá y dara a luz un hijo,
y le pondrán por nombre Emmanuel,
que traducido significa: Dios con nosotros.
24 Y cuando despertó José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer;
Reflexión
Imagina la mezcla de emociones que debió de sentir José: conmoción, confusión y quizá incluso duda. La vida de José se ve trastornada por el plan de Dios, pero responde con obediencia y confianza tras recibir un sueño que le dice que tome a María por esposa. José es un buen ejemplo de cómo nuestras decisiones iniciales, que podemos pensar que son tan sensatas y las correctas, no siempre son las mejores para nosotros y pueden cambiar con la guía de Dios. A mí me ocurrió algo parecido hace muchos años, cuando nos mudamos de casa, que era demasiado pequeña para nuestra creciente familia. Me inspiré en el método ignaciano para tomar decisiones cuando intentábamos elegir la correcta. Un paso del proceso consiste en pedir la confirmación de la decisión correcta, que puede realizarse para nosotros de formas inesperadas, como un sentimiento de paz o una señal que te habla. Pidiéndola en la oración, podemos estar seguros de recibirla si permanecemos abiertos a ella. Esta confirmación para comprar la casa adecuada me llegó en un sueño. Incluso cuando nos enfrentamos a circunstancias y problemas insuperables, Dios no nos ha dejado para que los afrontemos solos. Quizá haya una voz que intentamos evitar, una voz que nos pide que probemos otro camino. Podemos ir a lo seguro y no escuchar la guía de Dios porque tenemos nuestra manera de hacer las cosas, pero esto puede estar impidiéndonos traer algo nuevo a nuestras vidas.El nombre del niño será
Oración de reflexión
Señor, cuando me sienta confuso e incierto, calma mi corazón inquieto.
Dame la paciencia para esperar y la apertura para cambiar de opinión si me guías de otro modo.
Ayúdame a escuchar tu constatación silenciosa -una sensación de paz- que me recuerda que siempre estás conmigo.
Oración final
Isaías 55:2-3
Escuchadme atentamente, y comed lo que es bueno,
y se deleitará vuestra alma en la abundancia. Inclinad vuestro oído y venid a mí,
escuchad y vivirá vuestra alma.