Easter Sunday
Oración inicial
Señor, concédeme verte más claramente,
amarte más entrañablemente, y seguirte más de cerca,
día a día.
Escritura
Lucas 24:6-12
6 No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos cómo os habló cuando estaba aún en Galilea, 7 diciendo que el Hijo del Hombre debía ser entregado en manos de hombres pecadores, y ser crucificado, y al tercer día resucitar. 8 Entonces ellas se acordaron de sus palabras, 9 y regresando del sepulcro, anunciaron todas estas cosas a los once y a todos los demás. 10 Eran María Magdalena y Juana y María, la madre de Jacobo; también las demás mujeres con ellas referían estas cosas a los apóstoles. 11 Y a ellos estas palabras les parecieron como disparates, y no las creyeron. 12 Pero Pedro se levantó y corrió al sepulcro; e inclinándose para mirar adentro, vio solo las envolturas de lino; y se fue a su casa, maravillado de lo que había acontecido.
Reflexión
María Magdalena, Juana, María, la madre de Santiago, y las demás mujeres demuestran un valor y una fe extraordinarios al compartir la noticia de la resurrección con los apóstoles a pesar de su incredulidad inicial. Su voluntad de proclamar los increíbles acontecimientos de los que fueron testigos nos anima a compartir con valentía nuestras propias experiencias de la obra de Dios en nuestras vidas. Incluso cuando nos enfrentamos al escepticismo o a la duda de los demás, estamos llamados a ser firmes en nuestro testimonio, confiando en que nuestro testimonio pueda inspirar y, con el tiempo, llevar a otros a encontrarse con la verdad de Cristo resucitado.
La respuesta de Pedro al mensaje de las mujeres -corriendo al sepulcro e investigando por sí mismo- muestra su naturaleza humana y su continua falta de fe a pesar de todo lo que Jesús le enseñó. Su asombro al encontrar la tumba vacía y los lienzos abandonados nos infunde valor. Si nosotros también somos como Pedro y nos cuesta creer sin ver con nuestros propios ojos, Jesús será paciente con nosotros como lo fue con Pedro, la roca sobre la que edificó la Iglesia.
Esto nos libera para seguir activamente nuestro propio camino espiritual, buscando una comprensión más profunda y experiencias personales de la presencia de Dios. Al acercarnos a nuestra fe con curiosidad y apertura, podemos descubrir verdades profundas que ahonden en nuestra relación con Cristo y nos llenen de asombro y admiración.
Contemplación
Me tomo unos instantes para imaginar la escena del relato evangélico que acabo de leer. Dejo que las palabras cobren vida en mi corazón. Visualizo el acontecimiento como si estuviera allí y formara parte de la historia. Presto atención a todos los detalles, las imágenes, los sonidos, los sabores, los olores y los sentimientos del acontecimiento. Me imagino como uno de los personajes de la escena o como yo mismo presente en la historia. ¿Qué mensaje tiene Jesús para mí? ¿Cómo me está hablando Dios personalmente a través de esta historia? Abro mi corazón a la inspiración del Espíritu Santo.
Acción de Gracias
Pido a Dios, Padre, que me dé una conciencia clara de los muchos dones que he recibido,
para que, lleno de gratitud por todo, pueda en todo amar y servir a la Majestad Divina.
Compañeros peregrinos
Somos tan valiosos para Dios que vino a vivir entre nosotros… y a guiarnos a casa. Él hará todo lo posible por buscarnos, incluso ser elevado a lo alto de la cruz para atraernos hacia sí. Sólo podemos responder amando a Dios por su amor.
– Santa Catalina de Siena
Oración final
Cristo conmigo,
Cristo ante mí,
Cristo detrás de mí,
Cristo en mí,
Cristo debajo de mí,
Cristo arriba de mí,
Cristo a mi derecha,
Cristo a mi izquierda,
Cristo cuando me acuesto,
Cristo cuando me siento,
Cristo cuando me levanto,
Cristo en el corazón de todo el que piensa en mí,
Cristo en la boca de todo el que habla de mí,
Cristo en todo ojo que me ve,
Cristo en todo oído que me oye.
¡Gracias sean dadas a Dios por Jesucristo nuestro Señor!
Amén.