Sábado de la 4ª semana de Cuaresma
Oración inicial
Señor, concédeme verte más claramente,
amarte más entrañablemente, y seguirte más de cerca,
día a día.
Escritura
Lucas 10:38-42
38 Mientras iban ellos de camino, Él entró en cierta aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. 39 Y ella tenía una hermana que se llamaba María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Pero Marta se preocupaba con todos los preparativos; y acercándose a Él, le dijo: Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. 41 Respondiendo el Señor, le dijo: Marta, Marta, tú estás preocupada y molesta por tantas cosas; 42 pero una sola cosa es necesaria, y María ha escogido la parte buena, la cual no le será quitada.
Reflexión
La historia de María y Marta ilustra la necesidad de un equilibrio armonioso entre el servicio activo y la escucha contemplativa. Mientras Marta está preocupada por sus múltiples tareas, María elige sentarse a los pies de Jesús y escuchar Sus enseñanzas. Jesús confirma la elección de María, destacando la importancia de dedicar tiempo a conectar con Dios en medio de nuestras ajetreadas vidas. Adoptar tanto la acción como la contemplación garantiza que nuestros esfuerzos se basen en una comprensión profunda de la voluntad de Dios, lo que conduce a un servicio más significativo y espiritualmente satisfactorio.
La amable corrección de Jesús a Marta subraya la importancia de dar prioridad al alimento espiritual sobre las ansiedades y distracciones cotidianas. Al elegir «la mejor parte», María demuestra el valor de dedicar tiempo para tomar y reflexionar sobre las palabras de Jesús. Esto nos anima a reservar regularmente momentos para la oración, la reflexión y la escucha de la voz de Dios, permitiendo que Su guía dé forma a nuestras acciones y decisiones. Fomentando un hábito de alimentación espiritual que puede conducir a una mayor paz interior y a un sentido más claro del propósito de nuestras vidas.
Contemplación
Me tomo unos instantes para imaginar la escena del relato evangélico que acabo de leer. Dejo que las palabras cobren vida en mi corazón. Visualizo el acontecimiento como si estuviera allí y formara parte de la historia. Presto atención a todos los detalles, las imágenes, los sonidos, los sabores, los olores y los sentimientos del acontecimiento. Me imagino como uno de los personajes de la escena o como yo mismo presente en la historia. ¿Qué mensaje tiene Jesús para mí? ¿Cómo me está hablando Dios personalmente a través de esta historia? Abro mi corazón a la inspiración del Espíritu Santo.
Acción de Gracias
Pido a Dios, Padre, que me dé una conciencia clara de los muchos dones que he recibido,
para que, lleno de gratitud por todo, pueda en todo amar y servir a la Majestad Divina.
Compañeros peregrinos
El amor y el sacrificio están estrechamente ligados, como el sol y la luz. No podemos amar sin sufrir y no podemos sufrir sin amar.
– Santa Gianna Molla
Oración final
Cristo conmigo,
Cristo ante mí,
Cristo detrás de mí,
Cristo en mí,
Cristo debajo de mí,
Cristo arriba de mí,
Cristo a mi derecha,
Cristo a mi izquierda,
Cristo cuando me acuesto,
Cristo cuando me siento,
Cristo cuando me levanto,
Cristo en el corazón de todo el que piensa en mí,
Cristo en la boca de todo el que habla de mí,
Cristo en todo ojo que me ve,
Cristo en todo oído que me oye.
¡Gracias sean dadas a Dios por Jesucristo nuestro Señor!
Amén.