Sábado de la 5ª semana de Cuaresma
Oración inicial
Señor, concédeme verte más claramente,
amarte más entrañablemente, y seguirte más de cerca,
día a día.
Escritura
Lucas 21:1-4
21 Levantando Jesús la vista, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca del tesoro. 2 Y vio también a una viuda pobre que echaba allí dos pequeñas monedas de cobre; 3 y dijo: En verdad os digo, que esta viuda tan pobre echó más que todos ellos; 4 porque todos ellos echaron en la ofrenda de lo que les sobraba, pero ella, de su pobreza, echó todo lo que tenía para vivir.
Reflexión
La historia de la ofrenda de la viuda, en la que da dos moneditas, pone de relieve el profundo valor de dar de corazón. A diferencia de los ricos, que contribuyen de su abundancia, la viuda da todo lo que tiene, demostrando una inmensa fe y confianza en la provisión de Dios. Esto nos inspira a practicar la verdadera generosidad, no medida por la cantidad que damos, sino por el espíritu con el que damos, confiando en que Dios proveerá a nuestras necesidades cuando compartamos nuestras bendiciones con los demás.
Jesús contrasta la devoción sincera de la viuda con las donaciones ostentosas de los ricos. Subraya que Dios valora más la calidad interior de nuestra fe y devoción que las apariencias externas o los grandes gestos. Esto nos anima a cultivar una relación auténtica y sincera con Dios, centrándonos en la sinceridad de nuestras acciones y la pureza de nuestras intenciones, en lugar de buscar el reconocimiento o la aprobación de los demás. Nos recuerda que la adoración y el servicio verdaderos proceden de un corazón humilde y devoto.
Contemplación
Me tomo unos instantes para imaginar la escena del relato evangélico que acabo de leer. Dejo que las palabras cobren vida en mi corazón. Visualizo el acontecimiento como si estuviera allí y formara parte de la historia. Presto atención a todos los detalles, las imágenes, los sonidos, los sabores, los olores y los sentimientos del acontecimiento. Me imagino como uno de los personajes de la escena o como yo mismo presente en la historia. ¿Qué mensaje tiene Jesús para mí? ¿Cómo me está hablando Dios personalmente a través de esta historia? Abro mi corazón a la inspiración del Espíritu Santo.
Acción de Gracias
Pido a Dios, Padre, que me dé una conciencia clara de los muchos dones que he recibido,
para que, lleno de gratitud por todo, pueda en todo amar y servir a la Majestad Divina.
Compañeros peregrinos
No desees ser otra cosa que lo que eres, e intenta serlo perfectamente.
– Santa Francisca de Sales
Oración final
Cristo conmigo,
Cristo ante mí,
Cristo detrás de mí,
Cristo en mí,
Cristo debajo de mí,
Cristo arriba de mí,
Cristo a mi derecha,
Cristo a mi izquierda,
Cristo cuando me acuesto,
Cristo cuando me siento,
Cristo cuando me levanto,
Cristo en el corazón de todo el que piensa en mí,
Cristo en la boca de todo el que habla de mí,
Cristo en todo ojo que me ve,
Cristo en todo oído que me oye.
¡Gracias sean dadas a Dios por Jesucristo nuestro Señor!
Amén.