Jueves de la 1ª semana de Cuaresma
Oración inicial
Señor, concédeme verte más claramente,
amarte más entrañablemente, y seguirte más de cerca,
día a día.
Escritura
Lucas 5:12-16
12 Y aconteció que estando Jesús en una de las ciudades, he aquí, había allí un hombre lleno de lepra; y cuando vio a Jesús, cayó sobre su rostro y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. 13 Extendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra lo dejó. 14 Y Él le mandó que no se lo dijera a nadie. Pero anda —le dijo—, muéstrate al sacerdote y da una ofrenda por tu purificación según lo ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio. 15 Y su fama se difundía cada vez más, y grandes multitudes se congregaban para oírle y ser sanadas de sus enfermedades. 16 Pero con frecuencia Él se retiraba a lugares solitarios y oraba.
Reflexión
La voluntad de Jesús de tocar y curar al leproso, a pesar de las normas sociales y el miedo al contagio, demuestra una profunda compasión y el poder del toque humano. Este acto de bondad no sólo cura físicamente al leproso, sino que le devuelve su dignidad y su lugar en la sociedad. Nos inspira a tender la mano con compasión a quienes están marginados o sufren, reconociendo que nuestras acciones pueden aportar una curación y una transformación holísticas a sus vidas.
El acercamiento del leproso a Jesús, lleno de fe y confianza, recibe una respuesta inmediata y compasiva. Sus palabras: «Señor, si quieres, puedes limpiarme», muestran una profunda fe en el poder de Jesús para curar. Esto nos anima a llevar nuestras propias necesidades y luchas a Jesús con la misma fe y confianza, seguros de que Él está dispuesto y es capaz de llevar la curación y la renovación a nuestras vidas.
Contemplación
Me tomo unos instantes para imaginar la escena del relato evangélico que acabo de leer. Dejo que las palabras cobren vida en mi corazón. Visualizo el acontecimiento como si estuviera allí y formara parte de la historia. Presto atención a todos los detalles, las imágenes, los sonidos, los sabores, los olores y los sentimientos del acontecimiento. Me imagino como uno de los personajes de la escena o como yo mismo presente en la historia. ¿Qué mensaje tiene Jesús para mí? ¿Cómo me está hablando Dios personalmente a través de esta historia? Abro mi corazón a la inspiración del Espíritu Santo.
Acción de Gracias
Pido a Dios, Padre, que me dé un conocimiento íntimo de los muchos dones que he recibido,
para que, lleno de gratitud por todo, pueda en todo amar y servir a la Majestad Divina.
Compañeros peregrinos
No desesperes: la desesperación sugiere que tienes el control total y que sabes lo que va a ocurrir. No es así: ríndete a los acontecimientos con esperanza.
– Alain de Botton
Oración final
Cristo conmigo,
Cristo ante mí,
Cristo detrás de mí,
Cristo en mí,
Cristo debajo de mí,
Cristo arriba de mí,
Cristo a mi derecha,
Cristo a mi izquierda,
Cristo cuando me acuesto,
Cristo cuando me siento,
Cristo cuando me levanto,
Cristo en el corazón de todo el que piensa en mí,
Cristo en la boca de todo el que habla de mí,
Cristo en todo ojo que me ve,
Cristo en todo oído que me oye.
¡Gracias sean dadas a Dios por Jesucristo nuestro Señor!
Amén.