Martes de la 5ª semana de Cuaresma
Oración inicial
Señor, concédeme verte más claramente,
amarte más entrañablemente, y seguirte más de cerca,
día a día.
Escritura
Lucas 11:37-41
37 Cuando terminó de hablar, un fariseo le rogó que comiera con él; y Jesús entró y se sentó a la mesa. 38 Cuando el fariseo vio esto, se sorprendió de que Jesús no se hubiera lavado primero antes de comer, según el ritual judío. 39 Pero el Señor le dijo: Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de afuera del vaso y del plato; pero por dentro estáis llenos de robo y de maldad. 40 Necios, el que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro? 41 Dad más bien lo que está dentro como obra de caridad, y entonces todo os será limpio.
Reflexión
El encuentro con el fariseo, que se escandaliza de que Jesús no realice un ritual de lavado antes de la comida, subraya la importancia de la pureza interior por encima del mero cumplimiento externo. Jesús subraya que la verdadera virtud no se mide por los rituales externos, sino por la limpieza del corazón. Esto nos enseña a centrarnos en cultivar la santidad interior, la integridad y la compasión, en lugar de limitarnos a cumplir las prácticas religiosas externas. Nuestras acciones deben brotar de un corazón puro y amoroso, que refleje una fe y una devoción auténticas.
Jesús aconseja dar como limosna lo que hay en el interior, sugiriendo que los actos de generosidad y bondad purifican tanto al que da como al que recibe. Esto pone de relieve el poder transformador de la entrega desinteresada y la compasión. Participar en actos de caridad y amor ayuda a limpiar nuestros corazones de codicia y egoísmo, alineándonos más estrechamente con la voluntad de Dios. Al dar prioridad a la generosidad y la empatía, no sólo ayudamos a los necesitados, sino que también alimentamos nuestro propio crecimiento espiritual y nuestra santidad.
Contemplación
Me tomo unos instantes para imaginar la escena del relato evangélico que acabo de leer. Dejo que las palabras cobren vida en mi corazón. Visualizo el acontecimiento como si estuviera allí y formara parte de la historia. Presto atención a todos los detalles, las imágenes, los sonidos, los sabores, los olores y los sentimientos del acontecimiento. Me imagino como uno de los personajes de la escena o como yo mismo presente en la historia. ¿Qué mensaje tiene Jesús para mí? ¿Cómo me está hablando Dios personalmente a través de esta historia? Abro mi corazón a la inspiración del Espíritu Santo.
Acción de Gracias
Pido a Dios, Padre, que me dé una conciencia clara de los muchos dones que he recibido,
para que, lleno de gratitud por todo, pueda en todo amar y servir a la Majestad Divina.
Compañeros peregrinos
Cada uno de ellos es Jesús disfrazado.
– Santa Teresa de Calcuta
Oración final
Cristo conmigo,
Cristo ante mí,
Cristo detrás de mí,
Cristo en mí,
Cristo debajo de mí,
Cristo arriba de mí,
Cristo a mi derecha,
Cristo a mi izquierda,
Cristo cuando me acuesto,
Cristo cuando me siento,
Cristo cuando me levanto,
Cristo en el corazón de todo el que piensa en mí,
Cristo en la boca de todo el que habla de mí,
Cristo en todo ojo que me ve,
Cristo en todo oído que me oye.
¡Gracias sean dadas a Dios por Jesucristo nuestro Señor!
Amén.