Cada cristiano está involucrado en una batalla que define su vida

Es una lucha para superar la tentación de encerrarnos en nosotros mismos, para que el amor del Padre pueda hacer su morada en nosotros. Cuando damos espacio al Señor que nos rescata de nuestra autosuficiencia, nos abrimos a toda la creación y a toda criatura. Nos convertimos en canales de la vida y del amor del Padre. Sólo entonces nos damos cuenta de lo que es verdaderamente la vida: un don del Padre que nos ama profundamente y desea que le pertenezcamos a Él y nos pertenezcamos los unos a los otros». Papa Francisco

Extraído del prólogo del Papa Francisco a Primero pertenecer a Dios: De retiro con el Papa Francisco de Austen Ivereigh (p.11)