La Cuaresma: Tiempo de escucha
La Anunciación nos devuelve al origen de la Cuaresma: el anuncio de la Encarnación y María diciendo «sí» a su parte en ella. Es el anuncio del cielo de que el hijo de Dios nacerá pronto en la tierra. Ahora comienza el misterio que concluye en la Cuaresma.
La Encarnación está llena de personas: María, José e Isabel y los dos bebés no nacidos, en el vientre de sus madres, como empezamos todos. El hijo de Dios no vendría a la tierra sin orígenes humanos. Tuvo una madre como todos nosotros. Recordamos nuestros comienzos.
Quizá la Cuaresma pueda centrarse en las personas más que en los rituales. Podemos dedicar tiempo a disfrutar de la vida familiar, poniendo el énfasis en dar a la familia y a la comunidad en lugar de preguntarnos qué podemos conseguir. La Cuaresma puede ser un tiempo para compartir con los necesitados, un tiempo para satisfacer algunas de las necesidades del mundo en general. Durante la Cuaresma podemos ofrecer voluntariamente nuestro tiempo y nuestros dones personales a los demás. La Cuaresma puede ser un tiempo para escuchar, a la palabra de Dios y a los demás.
Donal Neary SJ, El Mensajero del Sagrado Corazón, abril de 2023