2025-05-28
En nuestras ajetreadas vidas, a menudo no nos tomamos el tiempo necesario para detenernos y escuchar lo que Dios podría estar diciéndonos. Como al profeta Elías, Dios le habló en un susurro y no con un ventarrón, un fuego o un terremoto dramáticos. Si no nos tomamos el tiempo necesario para escuchar y alejarnos del ruido que nos rodea, podemos perdernos lo que el Señor tiene que decirnos.
¿Qué te está pidiendo el Amor ahora, en el lugar, el tiempo y las circunstancias en que te encuentras?
Esta importante pregunta nos sitúa en el presente y nos invita a responder, no con ansiedad, sino con fe y paz. Rezamos para que podamos escuchar ese suave susurro que nos muestra el camino hacia el plan de Dios para nosotros. Amén.