Juan 6:60-69 LBLA
60Por eso muchos de sus discípulos, cuando oyeron esto, dijeron: Dura es esta declaración; ¿quién puede escucharla? 61Pero Jesús, sabiendo en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: ¿Esto os escandaliza? 62¿Pues qué si vierais al Hijo del Hombre ascender adonde antes estaba? 63El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. 64Pero hay algunos de vosotros que no creéis. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién era el que le iba a traicionar. 65Y decía: Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo ha concedido el Padre.
66 Como resultado de esto muchos de sus discípulos se apartaron y ya no andaban con Él. 67 Entonces Jesús dijo a los doce: ¿Acaso queréis vosotros iros también? 68 Simón Pedro le respondió: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. 69 Y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Santo de Dios. ,
“Copyright © 2021 National Council of Churches of Christ in the United States of America. Used by permission. All rights reserved worldwide.”
Reflexión on Juan 6:60-69 LBLA
Inspiración - 2025-05-10 Oración diaria
Los discípulos de Jesús le habían visto hacer muchos milagros, incluso resucitar a los muertos, y aun así les resultaba difícil tener esa confianza plena en sus palabras. Que este hombre afirmara que era divino resulta ciertamente asombroso, pero eso era en realidad lo que Jesús afirmaba. Las luchas posteriores de la Iglesia sobre la divinidad de Jesús demuestran lo difícil que era. La fe es un don que Dios nos concede.
A pesar de la oposición de los judíos e incluso de sus propios discípulos, Jesús nunca se retractó de su afirmación sobre comer su cuerpo si queríamos tener vida. Renovemos nuestra fe en su divinidad y en sus enseñanzas.