Lucas 16:1-8 LBLA
1Decía también Jesús a los discípulos: Había cierto hombre rico que tenía un mayordomo; y este fue acusado ante él de derrochar sus bienes. 2Entonces lo llamó y le dijo: «¿Qué es esto que oigo acerca de ti? Rinde cuentas de tu administración, porque no puedes ser más mayordomo». 3Y el mayordomo se dijo a sí mismo: «¿Qué haré? Pues mi señor me quita la administración. No tengo fuerzas para cavar, y me da vergüenza mendigar. No tengo fuerzas para cavar, y me da vergüenza mendigar. 4Ya sé lo que haré, para que cuando se me destituya de la administración me reciban en sus casas». 5Y llamando a cada uno de los deudores de su señor, dijo al primero: «¿Cuánto le debes a mi señor?». 6Y él dijo: «Cien barriles de aceite». Y le dijo: «Toma tu factura, siéntate pronto y escribe cincuenta». 7Después dijo a otro: «Y tú, ¿cuánto debes?». Y él respondió: «Cien medidas de trigo». Él le dijo: «Toma tu factura y escribe ochenta». 8El señor elogió al mayordomo injusto porque había procedido con sagacidad, pues los hijos de este siglo son más sagaces en las relaciones con sus semejantes que los hijos de la luz.
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Reflexión on Lucas 16:1-8 LBLA
Inspiración - 2025-11-07 Oración diaria
En una primera lectura de este evangelio, podríamos pensar que Nuestro Señor está elogiando las acciones del administrador injusto, pero en la última línea, vemos que se le está contrastando con los hijos de la luz. Somos aquellos a los que se ha dado la luz de la verdad, y se nos desafía por cómo utilizamos este don. ¿Cómo nos preparamos para el mundo de la eternidad? ¿Tomo los medios para crecer en mi fe y en mi conocimiento y amor a Jesucristo mediante la lectura, la oración y los sacramentos? Recemos para vivir de un modo más iluminado.
San Agustín escribió: “Como cristiano, tendré que dar cuenta de mi vida a Dios, y como lider, tendré que dar cuenta de mi administración”.