Lucas 7:11-17 LBLA

11Aconteció poco después que Jesús fue a una ciudad llamada Naín; y sus discípulos iban con Él acompañados por una gran multitud. 12Y cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, he aquí, sacaban fuera a un muerto, hijo único de su madre, y ella era viuda; y un grupo numeroso de la ciudad estaba con ella. 13Al verla, el Señor tuvo compasión de ella, y le dijo: No llores. 14Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y Jesús dijo: Joven, a ti te digo: ¡Levántate! 15El que había muerto se incorporó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre. 16El temor se apoderó de todos, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta ha surgido entre nosotros, y: Dios ha visitado a su pueblo. 17 Y este dicho que se decía de Él, se divulgó por toda Judea y por toda la región circunvecina.


Reflexión on Lucas 7:11-17 LBLA

Inspiración - 2025-11-02 Oración diaria

Sin haberle hecho ninguna petición, Jesús se compadece de la viuda afligida y le dice: “No llores”. Luego le devuelve a su hijo. Éste es el que es “manso y humilde de corazón”. Jesucristo conoce íntimamente todas las circunstancias de nuestra vida, y actúa en ellas para nuestro bien. Compartamos con él nuestros propios problemas, confiando en su gran compasión y amor por nosotros.