Mateo 16:21-27 LBLA
21 Desde entonces Jesucristo comenzó a declarar a sus discípulos que debía ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas de parte de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día. 22Y tomándole aparte, Pedro comenzó a reprenderle, diciendo: ¡No lo permita Dios, Señor! Eso nunca te acontecerá. 23Pero volviéndose Él, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás! Me eres piedra de tropiezo; porque no estás pensando en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
24Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. 25 Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. 26Pues ¿qué provecho obtendrá un hombre si gana el mundo entero, pero pierde su alma? O ¿qué dará un hombre a cambio de su alma?
27Porque el Hijo del Hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces recompensara a cada uno según su conducta.
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Reflexión on Mateo 16:21-27 LBLA
Inspiración - 2023-09-03 Oración diaria
Asumir la cruz es también aceptar y vivir con el dolor, el sufrimiento y las penas de la vida ante las que no podemos hacer nada al respecto. Las cruces nos las pueden infligir otros. Conocemos a personas que tienen pesadas cargas en la vida (tal vez nosotros mismos seamos una de esas personas), a menudo sin tener culpa de ello. Nos puede ayudar del ejemplo de Aquel que llevó la cruz hasta el final.
En el camino al Calvario, Jesús fue ayudado por un hombre, recordado para siempre, Simón de Cirene. La ayuda puede provenir de fuentes esperadas o inesperadas, pero todos necesitamos ayuda si queremos soportar nuestras cruces en la vida. En la oración, podríamos preguntarnos cómo podemos ayudar a los que están cerca de nosotros a llevar las cargas de sus vidas.