Descubrir a Dios diariamente
El pensamiento más consolador es que Dios está siempre con nosotros, incluso en los momentos difíciles o desordenados de nuestra vida. Este Dios amoroso que nos ha creado nos ha proporcionado una forma de comunicarnos sintonizando con nuestra vida interior. Esta vida está hecha de sentimientos y emociones, materia prima de los movimientos que Dios suscita en nosotros. Mediante la reflexión y la contemplación, podemos aprender a encontrar la voluntad de Dios y a cooperar con ella. Para encontrar a Dios, a menudo tenemos que desprendernos de nuestros apegos y de nuestra sensación de control. La otra buena noticia es que Dios siempre nos ofrece una nueva oportunidad. Como dijo San Pablo, «Nada puede separarnos del amor de Dios» Siempre hay un camino de vuelta a casa. No tenemos que esperar grandes milagros ni momentos espectaculares. Más bien, hay formas concretas de vivir, rezar y reflexionar sobre nuestra experiencia que nos permiten descubrir a Dios cada día.
Extraído de Descubrir a Dios cada día: Siete momentos del viaje de San Ignacio que cambian la vida de Brendan McManus SJ y Jim Deeds (pp.95-96)