El viaje de nuestra vida

Todos llegaremos al final de nuestro viaje aquí en la Tierra. Para los cristianos, la creencia es que la vida cambia, pero no termina. Todos estamos de viaje, y muchos experimentaremos pérdidas. Tenemos esperanza en Cristo, pero eso no significa que no lloremos la pérdida de un ser querido y que no tengamos el corazón roto.

Nunca se sustituye a una persona que ha muerto, pues todos somos únicos. Descubriremos nuevos amores, pero no olvidaremos ni debemos olvidar. Quizá el plan de Dios sea crear una unidad entre las personas: «Que sean uno como tú y yo, Padre, somos uno». Cuando perdemos a alguien querido, podemos consolarnos mutuamente, como enseñó Jesús, pero no creo que quisiera decir que una persona pudiera sustituir a otra.

Tu ser querido dejará atrás muchos recuerdos entrañables. Tal vez tenían su propio ritual, y podemos celebrar su vida repitiéndolo. También podemos hacer algo en su memoria, como plantar un árbol o dedicarle un libro. Este artículo está dedicado a mi querida madre, que falleció hace poco. Tengo la suerte de contar con el apoyo de amigos y familiares, pero la echo mucho de menos. Nadie sustituirá al ser querido que has perdido. Pero el amor no puede irse a ninguna parte y el amor no puede morir.

Mary Hunt, El Mensajero del Sagrado Corazón, noviembre de 2023