Ira

La ira es una emoción volátil y abrasador; puede estallar rápidamente, dominar fácilmente nuestro pensamiento y apoderarse de nuestra mente y nuestras acciones hasta el punto de resultar dura, fea y perjudicial. El problema es que utilizada incorrectamente es secuestrada por nuestras emociones, no utilizada para el plan de Dios.

Si el propósito de la ira es corregir un error, debemos tener cuidado de utilizarla adecuadamente y dirigirla al problema. Muchas personas acaban cargando con enormes cantidades de ira no expresada a causa de heridas reales o percibidas, o acaban desahogando la rabia contra cualquier persona o cosa que se interponga en su camino (veo rojo y lo expreso para que todos a mi alrededor sientan la rabia).

Orar con ira es enormemente difícil por la cantidad de emociones que implica.

Extraído de Profundizar en el desastre: Rezar en tiempos difíciles de Brendan McManus SJ y Jim Deeds (p.61)