La perspectiva más amplia

Un amigo, que se enfrentaba a un diagnóstico terminal, comentó que ahora iba a dedicarse al serio asunto de morir, soltando todo lo que aún le retenía y ocupándose de los asuntos pendientes de su vida y sus relaciones. Envejecer no consiste en acomodarse con pipa, zapatillas y mecedora. Implica un trabajo serio para el que no estábamos equipados en años previos.

La mariposa tiene mucho que enseñarnos aquí. Mientras sobrevuela el bosque donde eclosionó por primera vez y experimentó su metamorfosis, contempla a sus descendientes, que aún se arrastran por las ramas como orugas, sin tener ni idea de lo que les espera. Todo es cuestión de alimentación y autodefensa. La mariposa tiene una visión más amplia. Sabe que la vida de oruga no es el final de la historia. Sabe que justo cuando sientes que te estás desintegrando sin remedio, puede que esté a punto de surgir algo asombroso.

Cuando puedes ver el panorama general, todo cambia. Sabes que todo pasa y que el espíritu humano sobrevive. Ves la vida desde una perspectiva diferente. Miras a través de la lente de la mística. Tu capacidad para ver el panorama general puede ayudar a los más jóvenes de tu vida a afrontar mejor y, tal vez, a ver más allá de las luchas pasajeras de sus propias vidas.

Al contemplar al niño Jesús, Simeón declara que ya está preparado para partir, pues ha visto cumplirse el sueño de Dios. Como Simeón, has escalado la montaña de tu vida. Puedes ver el amplio horizonte, con su belleza y sus peligros. Has visto el poder de Dios actuando en tu propia vida. E incluso cuando te acercas al punto de partida de todo lo que conoces y amas, tú, como la mariposa emergente, estás en el umbral de la transformación.

Margaret Silf El Mensajero del Sagrado CorazónDiciembre de 2023