Lo primero es lo primero
La imagen de un rompecabezas ayuda a desarrollar un poco más la idea de lo que es la vida. Cada pieza individual desempeña un papel invaluable. No hay sustitutos. No hay suplente que me sustituya en la vida. Colaboramos como co-creadores con Dios «auto-creándonos», siendo dueños de lo que somos y, de ese modo, facilitamos que se complete el rompecabezas con nuestra contribución única, tal y como Dios esperaba. Sólo cuando todas las piezas encajen se establecerá la Nueva Jerusalén, el nuevo orden de la creación. Aunque el reino de Dios está en medio de nosotros, está a la espera de ser completado. No somos receptores pasivos a los ojos de Dios. Dios necesita que cada uno de nosotros desempeñe el papel que le ha sido asignado, siendo quien es, fiel a su verdadero yo. Por eso es tan importante estar en contacto con lo que realmente nos hace vibrar.
Extraído de Caminos hacia una decisión con Ignacio de Loyola por Jim Maher SJ (p.24)