Nuestra relación con Dios

La primera Pascua rompió todas las expectativas de los discípulos. La Pascua sigue rompiendo nuestras expectativas. El Señor resucitado sigue sorprendiéndonos. Está entre nosotros incluso cuando toda esperanza parece perdida; nos toca con su presencia cuando menos lo esperamos. Cuando somos más conscientes de nuestro fracaso a la hora de seguirle, nos dirige su palabra de paz, porque incluso cuando somos infieles, Él permanece fiel. La Pascua anuncia que la historia de nuestra relación con el Señor nunca termina, porque su relación con nosotros nunca termina. Sigue estando entre nosotros, asegurándonos su presencia, ofreciéndonos su don de paz y enviándonos como sus mensajeros de esperanza.

Martin Hogan La Palabra está cerca de ti, en tus labios y en tu corazón