Un buen momento para rezar

¿Cuándo es un buen momento para rezar? En los Evangelios aprendemos que Jesús rezaba por la mañana y por la noche. Se levantaba por la mañana temprano para rezar (Marcos 1:35). Antes de elegir a los apóstoles, pasó toda la noche en oración
(Lucas 6:12). Pero, además de orar al comienzo del día y durante la noche, Jesús estaba en comunión con el Padre durante todo el día. En otras palabras, aunque elegía determinados momentos para la oración formal, su oración era de hecho continua. Estaba bañado en una conciencia continua del Padre. Estaba totalmente en sintonía con el Padre; tanto que el Padre hablaba siempre a través de él. Jesús lo expresó así: «No he hablado por mi cuenta, sino que el Padre que me ha enviado me ha dado en persona un mandato sobre lo que debo decir y lo que debo hablar» ( Jn 12,49).

Sería estupendo que te propusieras imitar a Jesús y «orar sin cesar» (1 Tesalonicenses 5:17). Puedes empezar imitando la cadencia de oración formal de Jesús y asegurándote de rezar tanto por la mañana como por la noche.

Extraído de El Padre Nuestro consciente, de Thomas Casey SJ