2025-02-10
La primavera de 2025 ha arrancado una vez más con un comienzo lento pero constante. Empezamos a ver pequeños brotes en los árboles, ya han aparecido los copos de nieve del invierno y los narcisos están empezando a florecer. La naturaleza es asombrosamente resistente, y el círculo de la vida comienza una y otra vez cada año. A veces estamos tan enfrascados en nuestras propias preocupaciones y agendas que no nos damos cuenta de la nueva vida que aparece. Detengámonos un momento y disfrutemos de la belleza visible a nuestro alrededor. No podemos resolver los problemas del mundo, pero podemos entregárselos a nuestro Dios, que asumirá de buen grado nuestras cargas. Él sabe que necesitamos esperanza, y nos ha proporcionado la naturaleza para que la disfrutemos, y la naturaleza es siempre esperanzadora. Amén.