Juan 8:1-11 LBLA

1Pero Jesús se fue al Monte de los Olivos. 2Y al amanecer, vino otra vez al templo, y todo el pueblo venía a Él; y sentándose, les enseñaba. 3Los escribas y los fariseos trajeron a una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola en medio, 4le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo del adulterio. 5Y en la ley, Moisés nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres; ¿tú, pues, qué dices? 6Decían esto, probándole, para tener de qué acusarle. Pero Jesús se inclinó y con el dedo escribía en la tierra.7Pero como insistían en preguntarle, Jesús se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en tirarle una piedra. 8E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra. 9Pero al oír ellos esto, se fueron retirando uno a uno comenzando por los de mayor edad, y dejaron solo a Jesús y a la mujer que estaba en medio. 10Enderezándose Jesús, le dijo: Mujer, ¿dónde están ellos? ¿Ninguno te ha condenado?11 Y ella respondió: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Yo tampoco te condeno. Vete; desde ahora no peques más.,


Reflexión on Juan 8:1-11 LBLA

Inspiración - 2026-03-23 Oración diaria

Trata de imaginar el terror de la mujer sorprendida tan repentina y públicamente en su culpabilidad. La situación parece sombría para ella. A continuación, Jesús es llamado a expresar su opinión. ¿Cómo le anima o le desalienta su interacción con la mujer acusada? ¿Cuál fue la actitud de los dirigentes religiosos hacia la mujer, y en qué se diferenció de la reacción de Jesús? ¿Qué revela el pasaje acerca de la opinión de Dios sobre el pecado? ¿Por cuales actitudes o reacciones pecaminosas necesito pedir perdón a Dios?