Lucas 10:17-24 LBLA

17Los setenta regresaron con gozo, diciendo: Señor, hasta los demonios se nos sujetan en tu nombre. 18Y Él les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. 19Mirad, os he dado autoridad para hollar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo el poder del enemigo, y nada os hará daño. 20Sin embargo, no os regocijéis en esto, de que los espíritus se os sometan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.

21En aquella misma hora Él se regocijó mucho en el Espíritu Santo, y dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios y a inteligentes, y las revelaste a niños. Sí, Padre, porque así fue de tu agrado., 22Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo sino el Padre, ni quién es el Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.

23Y volviéndose hacia los discípulos, les dijo aparte: Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis; 24porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron.


Reflexión on Lucas 10:17-24 LBLA

Inspiración - 2025-10-04 Oración diaria

Los discípulos regresan de sus esfuerzos misioneros llenos de alegría por su éxito. También Jesús se alegra con ellos y, en el Espíritu Santo, da gracias a su Padre. Aquí tenemos un ejemplo de la propia oración de Jesús, que habla sencillamente a su Padre a partir de la situación en la que se encuentra. Aprendamos de su ejemplo.

Las elecciones de Dios son siempre misteriosas para nosotros. Sólo Jesús sabe quién es el Padre, y vino a revelarlo a quienes estaban abiertos a su don. Les he dado a conocer tu nombre y seguiré dándolo a conocer» (Juan 17:26).