Lucas 18:35-43 LBLA

35Y aconteció que al acercarse a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando. 36Al oír que pasaba una multitud, preguntaba qué era aquello. 37Y le informaron que pasaba Jesús de Nazaret. 38Entonces gritó, diciendo: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! 39 Y los que iban delante lo reprendían para que se callara; pero él gritaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí! 40Jesús se detuvo y ordenó que se lo trajeran; y cuando estuvo cerca, le preguntó: 41¿Qué deseas que haga por ti? Y él dijo: Señor, que recobre la vista.42Jesús entonces le dijo: Recibe la vista, tu fe te ha sanado. 43Y al instante recobró la vista, y le seguía glorificando a Dios; cuando toda la gente vio aquello, dieron gloria a Dios.


Reflexión on Lucas 18:35-43 LBLA

Inspiración - 2025-11-17 Oración diaria

Cada día, en nuestra vida cotidiana, pasa Jesús de Nazaret. Ha prometido estar siempre con nosotros. ¿En cuántas de nuestras iglesias espera cada día a que sus hermanos y hermanas vengan a hacerle compañía? El Papa San Pablo VI dijo una vez: “Los fieles no deben omitir la visita diaria al Santísimo Sacramento”.

Dios nunca hará oídos sordos a un grito de misericordia del corazón humano. Siempre necesitamos su misericordia y su amor.