Lucas 5:12-16 LBLA

12Y aconteció que estando Jesús en una de las ciudades, he aquí, había allí un hombre lleno de lepra; y cuando vio a Jesús, cayó sobre su rostro y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. 13Extendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra lo dejó. 14 Y Él le mandó que no se lo dijera a nadie. Pero anda —le dijo—, muéstrate al sacerdote y da una ofrenda por tu purificación según lo ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio. 15Y su fama se difundía cada vez más, y grandes multitudes se congregaban para oírle y ser sanadas de sus enfermedades. 16Pero con frecuencia Él se retiraba a lugares solitarios y oraba.


Reflexión on Lucas 5:12-16 LBLA

Inspiración - 2025-01-11 Oración diaria

Jesús nunca rechazó a nadie que acudiera a él con fe pidiendo ser curado. Los leprosos ni siquiera debían acercarse a otras personas por miedo a contagiarlas. Sin embargo, Jesús extiende la mano, toca y cura al leproso. Este leproso sabe que puede acudir libremente a Jesús. Sabemos que nosotros también podemos acudir a él para que nos cure.

Jesucristo, ayer, hoy, el mismo para siempre, siempre quiere lo mejor para nosotros y nos da la sanación.