Mateo 1:18-24 LBLA

18 Y el nacimiento de Jesucristo fue como sigue. Estando su madre María desposada con José, antes de que se consumara el matrimonio, se halló que había concebido por obra del Espíritu Santo. 19Y José su marido, siendo un hombre justo y no queriendo difamarla, quiso abandonarla en secreto. 20Pero mientras pensaba en esto, he aquí que se le apareció en sueños un ángel del Señor, diciendo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque el Niño que se ha engendrado en ella es del Espíritu Santo. 21Y dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados. 22Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había hablado por medio del profeta, diciendo:

23He aquí, la virgen concebirá y dara a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel,

que traducido significa: Dios con nosotros.

24Y cuando despertó José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer;


Reflexión on Mateo 1:18-24 LBLA

Inspiración - 2025-12-21 Oración diaria

Los pasajes evangélicos que se nos ofrecen en el tiempo de Navidad son, en muchos sentidos, distintos de todo lo que se nos ofrece durante el resto del año litúrgico. Tienen una especie de cualidad mística, algo como de ensueño, y no es raro encontrar a uno o dos de los personajes recibiendo visitas, sabiduría o información de figuras que son claramente algo distinto de lo humano. Los ángeles ocupan un lugar destacado, al igual que los sueños, y se requiere mucha fe y confianza por parte de los receptores. Fíjate especialmente en José a este respecto.

Es muy inspirador ver cómo algunos de los visitados responden con tanta franqueza.