Mateo 17:1-9 LBLA

Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; 2 y se transfiguró delante de ellos; y su rostro resplandeció como el sol, y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz. 3 Y he aquí, se les aparecieron Moisés y Elías hablando con Él. 4 Entonces Pedro, tomando la palabra, dijo a Jesús: Señor, bueno es estarnos aquí; si quieres, haré aquí tres enramadas[b], una para ti, otra[c] para Moisés y otra para Elías. 55 Mientras estaba aún hablando, he aquí, una nube luminosa los cubrió; y una voz salió de la nube, diciendo: Este es mi Hijo amado en quien me he complacido; a Él oíd. 66 Cuando los discípulos oyeron esto, cayeron sobre sus rostros y tuvieron gran temor. 7 Entonces se les acercó Jesús, y tocándolos, dijo: Levantaos y no temáis. 8 Y cuando alzaron sus ojos no vieron a nadie, sino a Jesús solo.

9 Mientras descendían del monte, Jesús les ordenó, diciendo: No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del Hombre haya resucitado de entre los muertos.


Reflexión on Mateo 17:1-9 LBLA

Inspiración - 2026-03-01 Oración diaria

Jesús ha invitado a algunos de sus compañeros más íntimos a subir a una montaña alta donde, ante sus ojos, se transfigura. Tal como te lo imaginas, Jesús te ha incluido en esta maravillosa experiencia. ¿Por qué, en primer lugar, les ha abierto este encuentro? Tal vez, lo más importante sea que le preguntes por qué te ha hecho partícipe del mismo privilegio fantástico.