Mateo 7:21-29 LBLA

21No todo el que me dice: «Señor, Señor», entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22Muchos me dirán en aquel día: «Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?». 23Y entonces les declararé: «Jamás os conocí; apartaos de mí, los que practicáis la iniquidad».

24Por tanto, cualquiera que oye estas palabras mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca; 25 y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; pero no se cayó, porque había sido fundada sobre la roca. 26 Y todo el que oye estas palabras mías y no las pone en práctica, será semejante a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena; 27y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; y cayó, y grande fue su destrucción.

28Cuando Jesús terminó estas palabras, las multitudes se admiraban de su enseñanza; 29porque les enseñaba como uno que tiene autoridad, y no como sus escribas.


Reflexión on Mateo 7:21-29 LBLA

Inspiración - 2025-06-26 Oración diaria

Por desgracia, demasiadas personas construyen no sólo sus casas, sino también sus vidas sobre cimientos muy pobres. Como cristianos, se nos invita a construir nuestra vida sobre la roca que es Cristo. San Pablo nos recuerda que Dios ha dicho: «Porque no te abandonaré ni te desampararé» (Hebreos 13:5). Si nuestras vidas están firmemente asentadas sobre este fundamento, ninguna tormenta ni dificultad podrá vencernos. Recemos por esta gran gracia.